El beso de Martina en aquella fiesta de Madrid, que provocó el escándalo que la llevó a La Promesa, fue, nada más ni nada menos, que con don Antonio de Carvajal y Cifuentes, hijo de un poderoso duque allegado a la Casa Real.
Rómulo y Pía dan una versión diluida del incidente con Gregorio a Alonso, que bastante tiene que lidiar ya con su hermano y su mujer, y él perdona que no le hubieran informado a tiempo.
Martina confiesa ante toda la familia la auténtica razón que la llevó a La Promesa: huir de un escándalo que ella misma provocó en una fiesta en Madrid.