Abel y Jana consiguen encontrar con vida a María Fernández gracias a la ayuda de don Alonso, que pudo localizar la cueva donde Valentín la tenía encerrada.
El servicio intenta mantener la esperanza de encontrar viva a María Fernández, pero deben darse prisa porque a la joven doncella ya no le queda ni comida ni agua.
Lope encuentra en una de las batidas para dar con María a una joven que huye de su padre maltratador, su nombre es Vera, y le suplica al cocinero que la esconda unos días hasta que su padre cese la búsqueda.
Leonor, harta de las mentiras de Curro y de Martina, les enfrenta a la realidad: sabe que están juntos y le duele que no hayan confiado en ella para contárselo.