Martina confiesa ante toda la familia la auténtica razón que la llevó a La Promesa: huir de un escándalo que ella misma provocó en una fiesta en Madrid.
Tras la constatación de que Lorenzo les ha engañado con el préstamo, Catalina y Alonso lamentan no haber sido más escrupulosos a la hora de firmar y leer la letra pequeña del contrato.