La llegada de Don Antonio de Carvajal y Cifuentes revoluciona la vida en ‘La Promesa‘.
El joven aristócrata ha cambiado la rutina tanto de los señores como del servicio. Todos intentan agradarle, es una persona muy importante.
Pero a Catalina parece que todo eso le da igual y desde que llegó a La Promesa, no se ha cortado ni un pelo y le ha dicho las cosas muy claras.
Al joven parece agradarle la forma de ser de Catalina, aunque, según dice, está muy enamorado de Martina. Don Antonio es muy maniático y hace cosas que sacan de quicio a Catalina.
La joven lo sorprende con un pie sobre una de las mesas de uno de los salones y, sin dudarlo, le dice que para limpiar los zapatos, el servicio lo hace cuando los señores se descalzan y no con ellos puestos. Además, está manchando la mesa sobre la que se apoya y luego le toca al servicio volver a limpiarlo.
El chico, en vez de enfadarse, parece que le hace gracia la forma en la que lo trata Catalina. Nadie se atreve a llevarle la contraria, pero esta chica es distinta.
A Catalina le duele que Don Antonio vaya haciendo y deshaciendo a su gusto sin tener en cuenta el trabajo de los demás. Catalina tiene un gran sentido de la justicia y defiende a los más débiles, en este caso el servicio.
¿Llegarán a tener una relación más estrecha o los dos saldan perjudicados por la actitud de Catalina? Pronto se descubrirá.
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