Martina no puede evitar preguntar a María Fernández la verdadera razón por la que, tanto ella como el resto del servicio, están tan afectados.

Catalina parece estar más receptiva hacia Adriano, mientras que Vera intenta evitar a Santos todo lo que puede.

Tanto el servicio como los señores están conmocionados con lo ocurrido respecto a Pía.

Margarita y Ayala se las prometían muy felices, pero Martina arremete delante de todo el mundo contra Ayala, la situación ha llegado a un extremo intolerable.

La decisión de poner a dos tipos para protegerla parece que no consigue calmar a Pía.

Vera sigue intentando acercarse a Lope, que la evita, a pesar de que Candela le anima a que no sea tan brusco con ella.

La amenaza de Gregorio a Pía provoca que todo el servicio se ponga manos a la obra para localizar al intruso.

María Antonia consigue animar a la marquesa trayendo a un modisto que les confeccione nuevos vestidos de cara a un baile, al que parece que finalmente no serán invitadas.