Martina se enfrenta a sus padres, porque se siente respaldada por sus tíos, e insiste en no casarse, aunque le reconoce a Curro que cada vez está más resignada a ceder.
Jana pone todo de su parte para cumplir con el compromiso que estableció con Manuel e intenta un acercamiento con Abel; pero él sigue siendo el mismo prepotente de siempre.
A Pía se le viene el mundo encima cuando descubre que debe declarar contra Gregorio, pero Rómulo promete acompañarla tras conseguir el permiso de los Marqueses.