La marquesa ha conseguido contactar con Jacobo, quien no tarda en aparecer por el palacio para sorpresa de Martina, que aún no se ha recuperado del intento de engaño de sus tíos.
Ángela y Samuel se unen en organizar un plan para ayudar a los necesitados del refugio, involucrando a las cocineras para recolectar alimentos en medio de la escasez.
Ante la imposibilidad de convencer a sus hijos y a Martina para que accedan a vender las tierras, a Alonso no le queda otra que deshacerse de objetos valiosos para conseguir dinero.